Desde que el mundo existe hay culturas. También modas, pero no tiene comparación alguna con lo que se vive en el siglo XXI.
Allá por el ‘70 predominaban los Hippies, la onda de paz y amor y otras yerbas…
No hay que olvidarse de la movida rastafary ni al reggae todavía vigentes. Los Metaleros, ahora más modernizados y algún que otro estilo.
Cumbieros, Glams, Floggers, Skaters, Darks, y Chetos, son parte de las tribus actuales. Hace un par de meses, los “Floggers” se juntaban en el shopping Abasto, su punto de encuentro. Era un día normal, lleno de chicos y chicas de ésta onda, pero se cruzaron con un grupo de metaleros y después de intercambiar agresiones verbales se fueron a las manos. Este hecho terminó haciendo eco en varios medios de comunicación, además de la posibilidad de ver el video del incidente en varias páginas web.
Las modas cambian. El paso del tiempo es inevitable, pero acá la onda es no discriminar. Cada cual elije lo que le gusta, se divierte a su manera y por eso es lindo que todos seamos diferentes. Ahora, cuando por ser distintos nos queremos matar con los demás ahí vamos mal. Aparte, ¿Quién dice que lo que hace uno está bien?
Lo único que no cambia es que todos hablamos el mismo idioma, entonces no hay excusas.
Allá por el ‘70 predominaban los Hippies, la onda de paz y amor y otras yerbas…
No hay que olvidarse de la movida rastafary ni al reggae todavía vigentes. Los Metaleros, ahora más modernizados y algún que otro estilo.
Cumbieros, Glams, Floggers, Skaters, Darks, y Chetos, son parte de las tribus actuales. Hace un par de meses, los “Floggers” se juntaban en el shopping Abasto, su punto de encuentro. Era un día normal, lleno de chicos y chicas de ésta onda, pero se cruzaron con un grupo de metaleros y después de intercambiar agresiones verbales se fueron a las manos. Este hecho terminó haciendo eco en varios medios de comunicación, además de la posibilidad de ver el video del incidente en varias páginas web.
Las modas cambian. El paso del tiempo es inevitable, pero acá la onda es no discriminar. Cada cual elije lo que le gusta, se divierte a su manera y por eso es lindo que todos seamos diferentes. Ahora, cuando por ser distintos nos queremos matar con los demás ahí vamos mal. Aparte, ¿Quién dice que lo que hace uno está bien?
Lo único que no cambia es que todos hablamos el mismo idioma, entonces no hay excusas.
